Si te gusta el peligro y quieres experimentar emociones fuertes, solo tienes que cruzar por cualquiera de los pasos cebra de nuestra ciudad. He visto casi de todo. Menos casos como este.
Ja, ja, ja...¿En burgos hay pasos de cebra? no señores, no los hay. Cada vez que voy en coche y veo a un peatón decidiéndose a jugarse la vida para pasar por un PASO DE CEBRA, lo primero que hago es mirar por el espejo retrovisor por si existiera la posibilidad de parar para que pueda pasar el pobre (pobre, no por falta de dinero, sino porque puede ser la última vez que pase por allí o por cualquier otro sitio andando) y es imposible porque he de valorar en cuestión de nanosegundos si el que viene por detrás con la cara desencajada verá que tengo intención de parar y no recibiré el temido impacto que me traiga consecuencias (ninguna positiva, claro).
Moraleja: no pare en ningún paso de cebra, y baje la cabeza pidiendo disculpas al peatón que acaba de salvar la vida.
Yo no soy de Burgos pero vivo aquí desde hace tres años. En mi ciudad jamás me ha parado un coche y sin embargo aquí, me han parado todos. Siempre que llego a un paso de cebra sé que el coche que venga va a dejarme pasar, es muy raro que no pare. Así que disiento jejje
2 comentarios:
Ja, ja, ja...¿En burgos hay pasos de cebra? no señores, no los hay. Cada vez que voy en coche y veo a un peatón decidiéndose a jugarse la vida para pasar por un PASO DE CEBRA, lo primero que hago es mirar por el espejo retrovisor por si existiera la posibilidad de parar para que pueda pasar el pobre (pobre, no por falta de dinero, sino porque puede ser la última vez que pase por allí o por cualquier otro sitio andando) y es imposible porque he de valorar en cuestión de nanosegundos si el que viene por detrás con la cara desencajada verá que tengo intención de parar y no recibiré el temido impacto que me traiga consecuencias (ninguna positiva, claro).
Moraleja: no pare en ningún paso de cebra, y baje la cabeza pidiendo disculpas al peatón que acaba de salvar la vida.
Yo no soy de Burgos pero vivo aquí desde hace tres años. En mi ciudad jamás me ha parado un coche y sin embargo aquí, me han parado todos. Siempre que llego a un paso de cebra sé que el coche que venga va a dejarme pasar, es muy raro que no pare. Así que disiento jejje
Besos
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