Casi estoy por prescindir del calendario que cuelga de la pared. No lo necesito. Me siento plenamente informado del momento en que vivo.
El Corte Ingles me avisa con bastante antelación de la llegada de la primavera. Los anuncios de cremas bronceadoras, adelgazantes y ensaladas ligeras me traen el verano al salón. Y ya por Octubre las muñecas de Famosa se pasean por el belén amenazando con otra navidad a la vuelta de la esquina.
Paseaba yo tan tranquilo, creyéndome todavía en mi merecida época vacacional cuando horrorizado me encontré con enormes cartones [debe ser que hay excedente de árboles] que luchaban por mantener el equilibrio, con infinidad y muy variada oferta de coleccionables: casas de muñecas, barcos para construir, coches de leyenda, abanicos, series de Tv de rabiosa actualidad [Verano Azul], cursos de ingles, de francés, de alemán [curiosamente no hay ninguno de chino, ese lo habría comprado] cursos de dibujo, de costura, cuentos, cuentitos... y asi hasta el infinito y más alla, que diría Buzz Lightyear.
Señoras, señores, guarden las chanclas, las camisetas y el gorrito de los niños
Se acabó el verano, llegaron los fascículos
LLegó el otoño fascicular
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29 de agosto de 2007
2 comentarios:
ja, ja,ja,ja...,muy ingenioso, si señor. La verdad es que nunca lo había pensado pero has dado en el clavo con todo, hasta en la referencia de Toy Story.
Buen post, me he reido un rato con tu ingenio
Saludos
No sólo lo decía Buzz Lightyear, también flick en la película "bichos" antes de salir de excursión a la ciudad. Cultura pueril.
Sobre las colecciones yo estoy esperando la de "canicas inolvidables". Es como volver a ser niño.
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