Inhibidores

El reciente ataque en el Líbano que se saldo con seis soldados muertos ha desatado la polémica en cuanto a la necesidad de contar con inhibidores de frecuencia en los vehículos de las fuerzas españolas destacadas en en lugares de conflicto.

Parece ser que la causa de que estos aparatos que protegen ante ataques teledirigidos no estén instalados en los vehículos militares españoles no es otra que presupuestaria.

El Ministerio de Defensa destina la gran parte de sus presupuesto en adquisición de material bélico de gran "calibre", portaviones, cazas bombarderos, infantería pesada, etc.

Quizás los encargados correspondientes del Ministerio, no hayan caído en la cuenta de que el escenario bélico ha cambiado. Si nos atrevemos a aceptar que estamos en plena tercera guerra mundial, veremos que no hay un país enemigo, solo dos bandos, el mundo y el terrorismo y este último es tan disperso y fantasmal que solo lo podemos identificar como AlQuaeda o algún grupo franquiciado.

Ante los ataques del nuevo enemigo, nuestros soldados son bastantes vulnerables, no disponen de defensas ante ataques de coches bombas o suicidas, ni para ataques químicos o biológicos, por no tener la Guardia Civil destacada en algunos puntos no dispone ni tan siquiera de chalecos antibalas.

El ejercito debe modernizarse pero es aun más importante adaptarse a las nuevas forma de combate