Más cine, por favor

. 9 de enero de 2008
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Aunque ocupe el séptimo lugar, no cabe duda de la naturaleza artística del cine. Por eso cuando un cine cierra sus puertas siento la misma desazón que cuando desaparece una librería, un teatro o un museo.

En el plazo de unas semanas, Burgos se ha quedado sin los cines Van Golem del C.C Camino de la Plata y sin los Ábaco C.C. Parque Burgos [Hipercor] que cerrará en unos días.

No puedo evitar los recuerdos de las sesiones dobles con mis amigos, donde desgraciadamente los indios siempre perdían y las legiones romanas ganaban por mayoría al resto del mundo, eran otros tiempos en los que no es que no tuviéramos, es que no existía el ordenador, la play, el DVD, el vídeo y casi ni la televisión, a lo mejor por eso los cines se llenaban.

Burgos se va quedando sin cines, un zarpazo mas a la cultura, aunque ya los efectos especiales, el marketing y las cuotas de pantalla, hayan dejado, salvo honrosas excepciones, sin cultura al cine.

A lo peor, ese ha sido el problema

Cine, cine, cine,
más cine por favor, que todo en la vida es cine
y los sueños, cine son.

Luis Eduardo Aute

4 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

El cine comenzó a morir cuando cerraron las salas de ciudad para abrir esos engendros de las grandes superficies. Que cierren éstas temporal o definitivamente no es más que una señal que confirma la agonía.
Al cerrar las salas a las que podías ir andando tras tomar unas tapas y de las que podías volver también andando tomándote una copa, el cine se ha convertido en un acto de consumo que, con los tiempos que vienes saldrá carísimo.
Al cine no le mató la televisión, ni internet, ni el dvd, al cine le han asesinado cuando han matado el rito de ir al cine.
(¡Sesiones dobles! ¿Y qué me dices de la sesión continua por la que te tirabas toda la tarde en el cine de tu barrio?)

Anónimo dijo...

Empezaron a desaparecer los CINES (y en Burgos los había bastante majos) y empezaron las multisalas con los Van Golem del Arlanzón. Luego, los centros comerciales. Aparentemente, iba a ser todo muy bueno, pero yo, desde el principio, era pesimista: no hay que olvidar que esas multisalas coincidieron prácticamente con la desaparición o el descenso de nivel de los Cine Clubs. A los diecinueve años, yo iba unas cuatro veces al cine a la semana por cuatro duros: día del espectador, cine club del Colegio Universitario, cine club de la Caja y cine club Municipal (que no duró mucho, pero programaba unos películas que te permitían ver a Bogart y a Ingrid Bergmann a lo grande). Después, cinéfilo como soy, he dejado de ir mucho al cine (aunque no he dejado de ver películas). Pero creo que era caro y se programaban películas más cercanas al concepto de supermercado que al del arte.

Caelio dijo...

Pues estoy yo por afirmar que el cine, poco a poco se lo están cargando las superproducciones con taytantos efectos especiales y sonido surraun.

Basta el ejemplo de las producciones más vistas del cine español, las noñadas de Santiago Segura arrasan y de calidad llega justito el chico. ¿A dónde vamos?.

Para ver una buena película en Burgos te las deseas, pero desde hace tiempo. Y es generalizado. La cultura del cine ha cambiado y aporto ejemplo gráfico. El videoclub donde alquilo, las películas premiadas y de autor siempre están en el mismo sitio y con polvo. Debo ser el único que me paro frente a esa estantería. Las novedades yankis con guiones y efectos a lo yanki son las más alquiladas.

Pilar dijo...

El cine.
Mi padre (75 años actualmente) ha sido y es un cinéfilo, pero juró que no volvía a raíz de el consumismo del cine. También es verdad que él se quedó con el cine mágico del blanco y negro y de los años 50.
A mi me encanta, cuando puedo voy, sigue teniendo magia, la oscuridad, la gran pantalla, incluso cuando te toca un petardo al lado que no te deja escuchar...
Tengo que confesar que sólo me gustan las salas del Arlanzón, no puedo soportar los Centros comerciales ni ofertando películas de cine ni otras cosas...
Sólo me he visto obligada a ir por mis hijos, ya que es en estas salas donde se proyectan las típicas películas de mercado.
Sólo espero que no desaparezcan las salas del Arlanzón, y también que éstas no se masifiquen, ya que el público que va a estos cines es más selecto.